Historia

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La historia del Hotel Peninsular comienza en Novara, al norte de Italia, cuando Pietro Nicolazzi sale del pueblo de Pella a mediados del siglo XIX. Huye de una situación política difícil y llega a Girona para convertirse en un gironí más.

Abre la Fonda de Sant Antoni, que cambiará de nombre a Hotel Peninsular y se convertirá en el establecimiento hotelero con más años de historia en la ciudad.

Se sitúa en una parte de la ciudad donde originalmente se encontraba el conjunto del convento de Sant Francesc d'Assís, del siglo XIII, del cual solo se conservan algunos arcos y paredes originales. Algunos de ellos son visibles en el Peninsular, en zonas comunes y también en algunas habitaciones.

El Hotel Peninsular se consolida, generación tras generación, y evoluciona con la ciudad. Cambia los establos de ganado de la planta baja por un café, divide el primer piso en tres comedores: el de los capellanes, el de los viajeros y el de los señores. "Algunos clientes de larga duración vieron crecer a sus hijos en el hotel, estuvieron enfermos y compartieron con nosotros todo tipo de eventos propios de una vida familiar", recordaba Assumpció Nicolazzi en el libro El Peninsular (1835-2003) Memoria de un hotel en Girona.

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En el siglo XX, lleno de eventos políticos y bélicos, el Hotel Peninsular se mantuvo siempre abierto y los miembros de la tercera y cuarta generación de los Nicolazzi en Girona atendieron a clientes de todo tipo. Durante la Guerra Civil, las autoridades militares republicanas decidieron convertir algunos de los hoteles de la ciudad en alojamientos para los aviadores y su séquito.

Hasta un centenar de aviadores residían en promedio en el Peninsular durante esos años. En su planta subterránea se instaló la central telefónica para protegerla de los ataques aéreos, y precisamente aquí es donde se escondió la familia de las bombas a lo largo de la guerra.

Assumpció, que tenía una memoria prodigiosa y una profunda reverencia al pasado, explicaba que cuando la retirada del ejército republicano se hizo evidente, su comandante decidió practicar una política de tierra quemada. En la calle Nou se incendiaron, alternándolas, diferentes casas, y en el comedor del hotel se apilaron todas las mesas y sillas, como para hacer una hoguera de San Juan. Se esparció gasolina y todo estaba listo para quemar. Sin embargo, al haber equipos de transmisión en el sótano, se detuvieron.

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Assumpció Nicolazzi

Durante la posguerra, el Peninsular, a pesar de ser uno de los objetivos por haber acogido a los aviadores republicanos, se salvó con mucha suerte de las bombas nacionalistas. Sus alrededores fueron prácticamente derribados. Pero el hotel, desvencijado y desprovisto de su equipo básico, se mantenía en pie. Las órdenes de las nuevas autoridades fueron claras: debía seguir en servicio inmediatamente.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Peninsular sirvió de refugio para aquellos que, por una razón u otra, tenían que huir para salvar su vida.

Ni las guerras, ni las inundaciones, ni las huelgas, ni las enfermedades o la muerte han hecho cerrar el Peninsular. Ni los años ni las circunstancias detuvieron su servicio permanente. Ni un solo día, hasta el 15 de marzo de 2020, cuando los últimos clientes salieron para confinarse en sus hogares después de decretarse el estado de alarma por la pandemia.

Siempre así, en cuanto fue posible, el Peninsular reabrió sus puertas para ser Hotel Refugio, aquel que acogía a las personas que requerían un período de aislamiento y que no podían hacerlo en su hogar, ya sea porque estaban muy lejos o porque en su casa residía una persona que había dado positivo en Covid.

 

Páginas de la prensa local de años atrás son testigo de la historia del Hotel Peninsular:

“Ayer fue conducido a su última morada el cadaver de don Pedro Nicolás, antiguo dueño de la Fonda Peninsular, el sepelio fue concurridísimo prueba de las simpatías con que cuenta la família del finado a la que enviamos nuestro sentido pésame”

Diari de Girona, 21 de febrero de 1896

 

“Hoy con motivo de la festividad de Santiago apostol, patrón del arma de caballeria, el escuadrón de cazadores de Treviño destacado en esta plaza, que manda el capitán señor Jiménez Fronti, la celebrará espléndidamente.

A las nueve oirán misa en la iglesia del Hospital provincial los señores oficiales, clases y soldaos. Se darán a la tropa dos suculentos ranchos y por la tarde habrá en el cuartel de San Francisco, cucañas, corridas de sacos, ejercicios ecuestres, etc.

Por la noche les señores oficiales de Treviño se reunirán en fraternal banquete en el Hotel Peninsular”

Diari de Girona, 25 de julio 1900

 

“El dueño del Hotel Peninsular don Juan Nicolás invitó ayer para reunirse en fraternal banquete á los amigos del ganador del premio ofrecido por dicho señor en los Juegos Florales de este año y que es el Rdo. Don Antonio Viver. Los amigos del escritor laureado salieron muy complacidos de las atenciones dispensadas por el señor Nicolás, que tan expléndida (sic) y delicadamente supo obsequiarlos”.

Diari de Girona, 25 julio 1900

 

“Para solemnizar la compra del local que ocupa la Sociedad “Unión Republicana” de esta, se reunirán hoy en fraternal banquete gran número de socios en el Hotel Peninsular”.

Diari de Girona, 1 de agosto de 1908

 

“Mañana llegarán a esta ciudad, hospedándose en el Hotel Peninsular, los adornistas Sres. Escaler e hijo, acompañados de otros artistas, al objeto de aceptar encargos para las próximas fiestas, especialmente para el adorno de coches y carrozas parta la proyectada batalla de flores”

Diari de Girona, 30 de mayo 1911

 

 

 

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Història del Peninsular